La independencia está “In”…dependencia?

 

 

"Debemos extraer nuestra poesía del futuro, pero sin olvidar que, como dice García Márquez, y como pensaba Gaitán, uno no es de donde le llegan las modas, sino de donde tiene sembradas las tumbas"     William Ospina

 

Esta mañana el estruendoso ruido, perdón el armonioso sonido del despertador avisó a Herbert, quien como todas las mañanas antes de ponerse en pie da gracias por el nuevo día, que ha iniciado otra semana.  Se levanta con los ojos medio cerrados aún, pues el día anterior no consiguió conciliar el sueño hasta que finalizó la repetición del documental del cual todos hablaban unas semanas atrás y del cual no pudo opinar, pues no lo había visto. Quince minutos más desplazando sus ojos de izquierda a derecha observando lo feliz que era y cuan solos estaban los demás. Un suspiro más, acomodó su cabeza sobre la almohada, la cual le regaló su tía Graciela, Gelga o algo así, igual era una tía lejana.

 

 Como todos los días el baño que no toma más de cinco minutos, por aquello del ahorro y contribución con el medio ambiente, pues Herbert, no quiere ser un causante más de la disminución de la brecha que conduce al final de todo lo vivo.  Luego se detiene a pensar si hoy irá en corbata y traje o vestirá el pantalón beige que tanto le gusta y con el que se siente realmente cómodo. Pero: —¿qué pensarán los demás, que el sueldo no me ha alcanzado para cambiar de pantalón? — ah total que más da. 

Mira el reloj nuevamente: —diablos! — No alcanzará a desayunar nada, empaca unas tostadas para el camino. Con su paso agitado se dirige hacia el paradero del autobús donde por suerte esperará tan sólo 20 minutos mientras logra colgarse de algún lado._ —Aiich— Un pisotón de nuevo. «Por fortuna no vestí mi traje nuevo, ni calcé mis zapatos color mostaza» —no se imaginan lo difícil que es limpiarlos—

 

 Que le dijo un celular a otro............ todos se ríen a excepción de Herbert quien como siempre, nunca oye el final de los chistes, sí, esos de la emisora que se escucha en todos los autobuses.  De camino a su gran oficina observa como la gente corre en todas direcciones.  Se oye luego un —apúrele señor que no vamos de paseo— justo en mi oído, —si es que yo no soy quien conduce_      

 

Ya bien cómodo en el bus, pues sin necesidad de sostenerse; como será que  hasta dormir de pie se puede, el bello ulular de las cornetas se convierte en la banda sonora de las confesiones, perdón de las conversaciones espontáneas que surgen en los buses, de cuyas historias recuerdo a:

Doña Consuelo, quien el día anterior buscaba su coneja por toda la casa, disimulando el odio que siente por los animales, pero qué podía hacer si la condición de su sobrina para ayudarle con las cosas de la casa y cuidarle sus chocheras había sido que también le permitiera quedarse a Saga, es decir que la coneja pudiera vivir allí con ellas.

—Humm— Y qué me dicen de la señora Isabel. Ella tiene su casa y su marido, —aunque creo que ya la echó pues vive metida en la parroquia del barrio—. De vez en cuando madruga a Corabastos a ver que quedó del día de plaza, dice que ahorra bastante mercando después del día de plaza. Bueno cuando ella habla, nos enteramos de que don Néstor le pegó a la mujer, que la hija del señor de la tienda de la esquina cambió de novio —como quien dice en lo que lleva del año ya completa 13— que la noche anterior atracaron a la señora Merceditas; ella vio, sabe quién fue, pero eso si no lo puede contar. 

—Me pasé, eso me pasa por ... —

 

 Llegó a la oficina, allí sus compañeros hombres cuentan sus hazañas en la medio parrandita del viernes, mientras que las mujeres cuchichean —imagino que hablando de nosotros— y se pintan como si fueran de feria. Perdiendo así casi 40 minutos —deberían descontárseles del sueldo— Herbert algunas veces tarda unos minutos al llegar a la oficina, pero llega derechito a trabajar.  Entre contestar teléfonos, archivar papeles, aguantarse uno que otro reclamo, traerle el café al jefe —bien cargadito  y con dos de azúcar, usted ya sabe mano— Llega el periódico, y siempre lo leo antes que el jefe, pues le gusta la forma en la que le transmito la información. —para mí que lo que le da es una mamera (Dícese del estado somnoliento y cansado con que viven la mayoría de las personas en ciertos, mejor dicho en todas las situaciones de la vida) leer—.

 

 Bueno la edición de hoy le ha llamado la atención a Herbert, pues el titular traía una frase que decía "En conmemoración del bicentenario" —pensé que era el re-estreno de una película que había visto de Williams— Pero no.

Se trataba nada más y nada menos del aniversario número 200 de la independencia.  Herbert trabaja en silencio absoluto por el resto del día, pues 200 años son 200 años, y de "independencia" y todo por culpa de un florero.  Esa tarde, ni les cuento que pasó en el autobús de regreso a casa, porque no lo creerán, lo único que Herbert quería saber era de su almohada. Sí, la misma la que le regaló la tía Greis,  Gladys, o algo así, igual era una tía lejana.

 A la mañana siguiente, ya no sonó el despertador como de costumbre, por lo que Herbert no se levantó como de costumbre, estaba sumergido en el sueño más extraño que se hubiese podido soñar.

En ese sueño era Saga la dueña de doña consuelo, quien escapaba de los cariñitos de un animal gigante que odia a los pequeños humanos: A don Néstor su mujer le había dado tremenda golpiza. Resultaba que la señora Isabel, sí, la misma que se la pasa rezando, ya iba como por el treceavo amante; y la hija del señor de la tienda de la esquina tenía el novio más envidiado por todas, se iban a casar y todo. 

Pero lo más extraño de todo es que mi jefe, el gerente de  Celulares Colón y Cia Iltda, nacido en esta tierra pero se juraba descendiente directo de los descubridores, me traía un delicioso Café Mocca con galletitas de esas mini chips —usted ya sabe mano—  y yo le descontaba de su sueldo cada moneda de oro que sus antecesores se habían llevado, cada lágrima que nuestras indígenas habían derramado y cada ritual que nos habían cambiado.

  Finalmente desperté repitiendo: —tiene que pagar el florero, tiene que pagar el florero, tiene que... — Creyendo que aún alcanzaba a llegar a mi gran oficina, Herbert corrió tan de prisa y lo que encontró fue una carta de despido sobre el pequeño escritorio, en donde se le explicaba el motivo de su despido en una sola línea: —el café le gustaba más cargado mano—

 

Y hasta aquí llegó mi sueño de in-dependencia

CELEBRACIONES SIN HISTORIA, SIN MEMORIA Y SIN RAZÓN

(Sí estoy gritando)

 

CADA FECHA UNA CELEBRACIÒN.  QUE SI EL 12 DE OCTUBRE DE 1492 NOS DESCUBRIERON. ¿Quiénes? ¿ACASO NOS ESCONDIAMOS?  QUE SI LA PINTA, LA NIÑA Y LA SANTAMARÌA ZARPARON DE PALOS DE MOGUER SIENDO TRIPULADAS POR ESOS FLAMANTES HÈROES. ¿Cuáles?, ¿A QUIÈN SALVARON?, O ERAN A CASO CABALLEROS ¿Quiénes? ¿ACASO A QUIÈN RESPETARON?  QUE NOS SACARON DE LA IGNORANCIA ¿Cuál? DE NO SER POR LA INMENSA SABIDURÌA DE QUIENES YA ESTABAN AQUÌ ¿Cómo hubiésemos sobrevivido a tanto? QUE NOS CIVILIZARON ¿Cómo? OBLIGÀNDONOS A AGACHAR LA CABEZA Y A ACEPTAR CADA STEP IN FASHION QUE SE LES OCURRÌA. Y NO CONTENTOS CON ESO DEBEMOS FESTEJAR CADA AÑO, PORQUE LO QUE NOS HICIERON FUE UN FAVOR ¿Cuál? EL DE ARREBATARNOS DEL ALMA LO MÀS SAGRADO, y no hablo del oro y demás riquezas materiales, total, LES HACÌA MÀS FALTA A ELLOS. Hablo de nuestra IDENTIDAD, porque aunque bien en el fondo sabemos quienes somos y de donde venimos (lo que no quiere decir que sepamos para donde vamos) continuamos copiando todo lo que nos llega  de fuera. ESO ES LO MÀS CÒMICO. 318 AÑOS DE SOMETIMIENTO DIERON LUGAR A LO QUE HOY, 200 AÑOS MÀS TARDE CELEBRAMOS CON EL NOMBRE DE INDEPENDECIA ¿Cuál? LA DE PENSAMIENTO ( Por eso tenemos nuestra propia forma de interpretar y de crear el mundo)  LA DE LAS COSTUMBRES (por eso adoramos aun al sol y a todos los seres de la naturaleza, quien pasa su factura de cobro y es realmente costosa) LA DE LA EXPRESIÒN  (por eso decimos todo lo que pensamos y sentimos, ya dejamos de hablar entre los dientes) LA DE DECISIÒN (Tal vez nuestros caciques y caudillos hubiesen sembrado un mejor presente). LA DE LA MEMORIA (Si claro, y por eso es que ellos siempre serán los héroes y nosotros los salvajes, los recuerdos nos los fabrican)

 

PERO BIEN SIGAMOS ASÌ, CREYÈNDOLE A LA HISTORIA, ESE MONTÒN DE FICCIÒN QUE NOS RELATAN QUIENES ASÌ LES CONVIENE QUE LO CREAMOS. SI, SIGAMOS ASÌ, QUE ESTE PAÌS NO NECESITA PERSONAS CRITICAS, SINO PERSONAS CONFORMES.  Piense en detenerse, o deténgase a pensar si realmente estos 200 años han sido de INDEPENDENCIA.  A NO SER QUE,  "INDE" quiera decir INDIO (nombre dado por Colón a los indígenas americanos).

 

O QUE "INDE" quiera decir INBORRABLE (como en indeleble)

 

O QUE "INDE" quiera decir FALTA DE (decisión, decencia, delicadeza, determinación)

 

O QUE "INDE" quiera decir QUE NO SE PUEDE (descifrar, describir o destruir)

 

Y QUE "PENDENCIA" quiera decir PELEA (como en pendenciero)

 

O QUE "PENDENCIA" quiera decir COLGADO (pender)

 

O QUE "PENDENCIA" quiera decir PENDULAR (acerca de ese cuerpo pesado que oscila por la acción de la gravedad alrededor de un punto fijo el cual está suspendido por un hilo o varilla)

 

O QUE "PENDENCIA" quiera decir PENDIENTE (que está sin resolver)

 

1. Independencia: DÌCESE DE LOS 200 AÑOS QUE LLEVAMOS SIN RESOLVER EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LOS INDIOS (indígenas) y POR ENDE LOS NUESTOS COMO SUS DESCENDIENTES

 

2.  Independencia: DÌCESE DE LOS 200 AÑOS DE ESTAR SUSPENDIDOS POR EL HILO DE LA INDECISIÒN E INDETERMINACIÒN ANTE LAS COSAS QUE EN VERDAD PASARON, Y LAS QUE ESTÀN POR SUCEDER.

 

3.  Independencia: PERIODO DE 200 AÑOS DE CONTINUA PELEA CONTRA LO INDESCIFRABLE DE NUESTRAS PÈRDIDAS.

 

4.  Independencia: HÀBLASE DE 200 AÑOS DE NO PODER DESTRUIR LOS RETRATOS FALSOS  QUE NOS HAN COLGADO EN LA MENTE Y EN EL ALMA.

 

 

AMIGO MIO, LA DEFINICIÒN LA DAS TU, PORQUE LO QUE REALMENTE NO CRE ES QUE CELEBREMOS 200 AÑOS DE YA NO DEPENDER DE AQUELLOS...

 

A la hoguera

 

 

En el inicio fue todo oscuridad, me sentía como muchas veces en mis sueños en medio de gente enardecida señalando, juzgando e intercambiando ideas para acabar conmigo. Creo que incluso los criminales más atroces han tenido mejores juicios y mejores condenas. Pero yo no era más que una mujer adúltera, mentalmente inestable, y llena de inseguridades que él mismo había sembrado en mi mente. Siempre me creí poderosa, hermosa, inteligente y capaz de brillar; pero mi luz era apagada de a pocos. Incluso yo misma sofocaba mi luz con tal de permitir que brillaran los demás...Y aquí siendo estrella camuflada de foco intermitente en la calle más peligrosa de la ciudad veo como los demás deciden destruirme, lo peor de todo es que es con mi ayuda. Luego, las palabras se convertían en una balacera, en un bombardeo que no me permitía ponerme en pie con coraje. Esquivaba flechas venenosas que venían de todas direcciones, sin percatarme que la más peligrosa había dado en el centro de la diana, increíblemente dolorosa pero imperceptible. Ellos ganaban y sin más palabras, sin más defensas, sin más argumentos me dirigí al centro de la hoguera, ya desnuda, con el corazón atravesado por la peor de las flechas, esa que simplemente no ví venir. Nuevamente até mi cabello en dos trenzas continué con mi cabeza gacha por un par de minutos más, dándoles a saborear su triunfo; pretendiendo buscar un poco de piedad, hacer que incluso pensaran que ya no era necesario el fuego pues habían acabado conmigo desde adentro, y lo demás eran solo protocolos. Pero no fue así, el mismo humo que se iba elevando desde mis talones me hizo levantar la cabeza, y esa mirada al cielo detuvo mis lágrimas y me hizo recordar que, aunque a una bruja se le deba quemar y no dejar de verla mientras termina de arder y el mismo fuego vaya cobrando más vida, es ahí y justo ahí cuando tu espíritu protector se revela. No era Salem, cómo lo esperaba, el mío es un ave, el fénix más bello del mundo, ese que se deshace en breve, pero que regresará por lo que hoy le fue arrebatado. No es justa una condena tan terrible, no puede ser que ese sea mi castigo por pedir libertad y haber dejado de amarle. Y entre esas mismas cenizas que los declara victoriosos me levantaré y llegará mi momento.